Capitulo I:
Al fin en tercero.
Todos los días hábiles de la semana deberé hacer lo mismo, levantarme a las seis y media de la mañana, escuchar a mi mamá gritar que me apure, que no vale la pena levantarse tan temprano para llegar tarde, aunque su noción del tiempo es considerablemente diferente a la del resto de los mortales. La rutina siempre es igual, zapatos nuevos sin lustrar de cuero natural chileno, falda nueva que espero me entre, pues en el verano comí más de la cuenta, y el haber sido cheerleader el año pasado hace absurda la posibilidad de usar la de los años anteriores, y esperanzas, esperanzas de que este año sea menos monótono que los anteriores, menos aburridos y deseo que Dios me ponga en situaciones dignas de un drama norteamericano, porque me estoy cansando de que sea siempre lo mismo: levantarme, comer, caminar, escuchar a un profesor cojo, volver a comer, mirar a una profesora narigona, comer, escuchar a más profesores, comer e irme a mi casa, prender el computador, comer otra vez, bañarme y dormir.
Así deberá ser por al menos dos años, los últimos dos años en libertad condicional (fingiendo que no hay tal cosa como la universidad), una agonía que a los cinco años nadie la pensó, pero como dicen por ahí estudiar da frutos y no entiendo por siendo un olmo me piden peras si puedo ir a un supermercado y es más fácil.
...
si quieren saber que más pasa, compren el libro, o vean la pelicula... :D
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Interesting site. Useful information. Bookmarked.
»
Publicar un comentario